El
sábado 20 de octubre tuvo lugar este encuentro,
organizado por la Asociación lucense del automóvil antiguo y clásico,
en el que participaron treinta vehículos, entre los cuales se
encontraban algunos seiscientos como el de Alberto.
La
primera de las pruebas de esta ruta era de regularidad, y en ella los
inscritos debían completar un recorrido entre Lugo y Pastoriza,
pasando por Castro de Rey y Bonxe, a
una velocidad media lo más cercana posible a los cuarenta kilómetros
por hora.
Para ello, se
facilitaba a los participantes un rutómetro con el recorrido
en el momento de la inscripción y durante el mismo hubo una serie de
controles.
Terminada
la regularidad en Pastoriza, se realizó una segunda prueba cronometrada
de habilidad en la que se recorría marcha atrás la pista del circuito de karting y, aunque más de un motor sufrió lo suyo, lo
cierto es que resultó muy vistosa y entretenida.
Entre
los coches participantes pudieron verse los Gordini y Ondine, un precioso Triumph
TR3A, Renault Caravelle, Dodge Dart, Mercedes o un soberbio Plymouth.
La
prueba
terminó con una comida, en la
que tuvo lugar
la
entrega de
recuertos y trofeos a los participantes en esta interesante prueba a la que,
si tenemos que ponerle un pero, sería el que hubiese arrancado del
centro de Lugo, para que los aficionados contemplasen de cerca
los coches.
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