En
ocasiones al levantarse por la mañana y ver el día que se presenta si
este muestra “cara de perro” uno se plantea si no sería mejor
quedarse en casa. Así fue el pasado 10 de agosto, frío, lluvia y unas
predicciones no muy halagüeñas aconsejaban dejar el seiscientos en
casa. Sin embargo, haciendo un esfuerzo, Walter y Rubén, cogieron el
Seat del primero y se acercaron a la concentración que los amigos de
Arcade tenían preparada en su localidad, pues bien es sabido que los
viejos pelotillas se muestran inasequibles al desaliento y no les coarta
ninguna situación atmosférica por muy antipática que esta sea.
Además,
como por arte de magia, según iban apareciendo más y más seiscientos
en el muelle-playa de Arcade (en torno a un centenar), las nubes iban
desapareciendo dejando paso a una tarde agradablemente soleada. Allí
también estaba José Campos con su familia y su bonito 600 L
especial rojo, al que le esperaba un largo viaje después de la
concentración, pues se iban con él de vacaciones a Portugal.
Cuando
ya estábamos todos, el Club 600 de Arcade nos quiso mostrar todos los
encantos de su localidad y su entorno llevándonos por un largo
recorrido entre las rías de Vigo y Pontevedra que nos dejaría
finalmente en el Castillo de Soutomaior. A la noche, después de la
merienda-cena en O Viso, hubo sorteo de premios para muchos, baile para
todos y trofeos para los clubes.
|