Seat 1400

     La factoría barcelonesa de la Zona Franca dio a luz su primer hijo el 29 de mayo de 1.953, cinco años después de que el INI firmara un acuerdo con la Fiat para producir el Fiat 1400. Aún habría que esperar hasta el 13 de noviembre de ese año para que, habiendo reunido un número suficiente de unidades, la primera abandonara la fábrica, esta portaría la matrícula B-87223. Para entender el sentido de este automóvil no hay más que seguir los pasos de su gemelo italiano, del cuál sólo se diferenciaba en carecer de los intermitentes de bandera (ya un poco anacrónicos) y de poseer los anagramas de la Seat, aparte de otros detalles menores. 

     El Fiat 1400 había sido presentado en el Salón de Ginebra en 1.950, era un coche sobrio de cierta elegancia y líneas compactas, con un aire muy americanizado como tuvieron muchos coches europeos de aquel tiempo. El asiento delantero corrido, el gran volante color claro, la palanca del cambio, son detalles que claramente dejan ver que la influencia de la industria estadounidense hacía mella en la empobrecida Europa de posguerra que poco a poco iba resurgiendo de sus cenizas. Todo el interior era cómodo sin excesivos refinamientos y amplio, capaz de acoger a seis adultos sin demasiadas estrecheces. 

     En cuanto a la mecánica era de lo más clásico: motor delantero longitudinal de cuatro cilindros en línea y 1.395 c.c. con árbol de levas lateral y alimentado por un carburador Weber o Solex que daba 44 CV a 4.400 rpm, era relativamente económico pues tenía un consumo de 10´5 litros cada 100 km., cifra muy ajustada para aquella época, y aportaba como avance el ser uno de los primeros supercuadrados (82 x 66 mm.) obra del siempre brillante Dante Giacosa. Era de tracción trasera con embrague monodisco en seco y cambio manual de cuatro velocidades (primera sin sincronizar). La suspensión, cuyo único objetivo era el de favorecer el confort, era delante independiente con brazos oscilantes transversales, muelles helicoidales, amortiguadores y barra de torsión; detrás, eje rígido, muelles helicoidales sobre ballestas semielípticas y barra estabilizadora. Los cuatro frenos hidráulicos de tambor y la dirección al igual que la suspensión realizaban bien su trabajo siempre que el conductor no olvidara que llevaba en sus manos un auto familiar y tranquilo, y no un deportivo, pues sino podía sufrir algún que otro aprieto en tramos difíciles de la carretera.

     Con todo esto podemos suponer que era el coche ideal para una clase burguesa cada vez más abundante en Italia, amplio, versátil y que los años demostrarían que su mecánica, sin grandes prestaciones era robusta y eficaz. En España la clase burguesa era menos numerosa, pero aún así esta tenía su importancia y si además tenemos en cuenta que la competencia con otros modelos era prácticamente inexistente, tan solo el Renault 4 CV ("4/4 para los amigos") podía hacerle algo de sombra, podemos darnos cuenta de que su éxito tenía una lógica explicación. Además el auto fue muy adecuado para su uso como servicio oficial o como taxi, mercado en el que tuvo una gran difusión, de tal forma que el primer año se fabricaron 1.345 unidades, el segundo 2.551 y el tercero 7.645. Quizás haya a quien estas cifras le parezcan ridículas comparadas con lo que hoy se estila, pero hay que tener en cuenta que el parque de turismos español a principios de 1.953 apenas pasaba de las 80.000 unidades. 

     A lo largo de su vida, hasta 1.963, el Seat 1400 o simplemente el Seat a secas como lo bautizó la sabiduría popular en un principio, pues al no haber otro modelo no había necesidad de hacer distinciones, fue evolucionando como todo coche de gran serie que se precie, siguiendo, no sin cierto retraso, las evoluciones de su hermano italiano al igual que posteriormente otros modelos de la Seat seguirían de sus respectivos miméticos. Así, en 1.954, fue presentado en el Salón de Barcelona el Seat 1400 A, con más cromados que su predecesor, un frente renovado con una nueva parrilla en la que aparece el escudo de la marca y unos intermitentes alargados y encastrados en un adorno cromado sustituyendo a las redondas del modelo original, también las aletas y pilotos traseros fueron rediseñados pasando a tener una forma más dinámica, y la luneta trasera aumento su tamaño. 

     Junto con esta nueva versión aparecieron también el modelo Gran Turismo, un modelo de bastidor alargado para dar cabida a siete plazas muy apreciado por los taxistas, la versión familiar, y el comercial, con dos puertas laterales, portón partido detrás y sin acristalar la parte de la carga.

     En las Navidades de 1.956 salió el Seat 1400 B, este modelo tenía aún más similitud con los autos americanos, compárese sino, por ejemplo, con el Chevrolet Bel Air de 1.953, tan sólo en el diseño de la aleta trasera que se escapa de la línea del resto de la carrocería de este último, podemos encontrar una diferencia importante como también, claro está, en el tamaño. Este nuevo coche era ofrecido en pintura bicolor, nuevas molduras laterales, y luneta trasera panorámica. En mayo de 1.958 se presentó en el Salón de Barcelona el 1400 B lujo, que se diferenciaba por poseer un antiniebla en el centro de la calandra y un nuevo cuadro de instrumentos, con velocímetro de cinta, por el que de nuevo, la tan ingeniosa sabiduría popular, lo bautizaría como "mercurio", por la similitud de este velocímetro con los termómetros.     

      El último de los 1400 sería el 1400 C. Con una carrocería tomada del Fiat 1800 presentado en el Salón de Ginebra de 1.959 y que después heredaría el conocido Seat 1500, la Seat sacó al mercado en 1.960 este nuevo 1400, con el motor 1.395 pero potenciado hasta los 58 CV a 4.600 rpm gracias a un nuevo carburador, mayor relación de compresión y una distribución más evolucionada. Se distingue del modelo italiano, a parte de por su motor, por carecer de reloj horario en el salpicadero. En 1.962 aparece una versión más sencilla, sin cromados y sin radio, además del modelo familiar. En 1.963 aparece el 1500, que trataremos posteriormente, que se distingue de su antecesor por el diseño de la rejilla delantera, que luce varias lamas horizontales, en lugar de una sola y gruesa propia del 1400 C. El 1400 C conviviría un año con el nuevo 1500 hasta 1.964, año en el que definitivamente cesaría su producción. 

     No han llegado hasta nuestros días demasiados Seat 1400, en especial de los primeros 1400 y 1400 A y curiosamente tampoco de los más modernos 1400 C, no obstante cualquiera de ellos forman parte de un grupo de autos de fabricación nacional de prestigio, son realmente "haigas" nacionales y son muy interesantes de restaurar y mantener.


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