Seat 850
En el año 1.966 la Seat decidió lanzar al mercado el modelo 850, era un modelo copiado del Fiat 850 y representaba en aquel entonces un tipo de vehículo de cierto porte aunque actualmente nos resulte difícil creer tal afirmación.
El 850 era una berlina autoportante de dos puertas y cuatro plazas de una arquitectura similar a la del 600 pero que venía a aportar una serie de ventajas sobre ese modelo. En primer lugar era más grande y su línea de carrocería tenía un diseño más moderno, donde el capó delantero ya cubría casi toda la parte superior sin dejar que las aletas penetraran hacia el centro del coche y los faros delanteros se integraban mucho más en la carrocería. Lateralmente se podían ver ahora claramente tres volúmenes, el último para dar más espacio al motor que sería también más grande y potente que el del 600. La zaga tenía un diseño especialmente atractivo debido al carácter deportivo que marcaban los dos faros redondos y los dos grupos de rejillas del capó trasero que se encargaban de darle un respiro al motor, al que además, para facilitar su reparación, se le había dejado una parte de la trasera de la carrocería de fácil desmontaje. Este nuevo motor era de 843 c.c. y daba una potencia de 37 CV que permitían llevar al 850 a un ritmo relativamente alegre. Como detalle curioso hay que destacar el sentido de giro del motor de 850, pues si históricamente los motores siempre han girado a derechas vistos desde el lado de la distribución, el del 850 gira a izquierdas.
El interior también creció con respecto al 600 aunque no excesivamente, siendo las plazas traseras todavía un poco claustrofóbicas debido sobre todo a la imposibilidad de abrir las ventanillas traseras. En lo que si cambió el interior fue en lo que respecta a los acabados, pues este coche hacía ciertas concesiones al lujo, salpicadero forrado, asiento trasero abatible, ceniceros delante y detrás etc.
La suspensión, dirección, transmisión, cambio y frenos eran de un diseño muy similar al de ya tantas veces referido 600, aunque con las lógicas diferencias en medida y cotas, necesarias para un vehículo que aunque parecido es diferente.
Posteriormente aparecería la versión 850 D, distinguible por lucir unas molduras laterales y un nuevo adorno en el frontal, de plástico cromado y con fondo negro, y con un anagrama redondo en lugar del alado.
También saldría la versión Especial con otro nuevo adorno frontal, más rectangular, ruedas de trece pulgadas con agujeros alrededor del tapacubos cromado, y una rejilla detrás del cristal trasero. Este nuevo modelo tenía además motor modificado, al que le habían aumentado la relación de compresión de 8´8 a 1 hasta 9´3 a 1, haciendo imprescindible el uso de gasolina súper y aumentando la potencia en 10 CV más.
Desde que se dejó de fabricar en 1.974 y a medida que el 850 pasó de ser un coche de ocasión a un coche viejo se fue devaluando constantemente y se ha llegado hasta despreciarlo completamente, tan solo su solidez ha conseguido que aguanten hasta nuestros días algunas unidades, aunque en su mayoría en pésimo estado. Incluso aficionados a los vehículos de colección no ven en este uno tan interesante como el 600 y se equivocan, pues debido a la antigüedad que tiene, sus características técnicas y su difusión en la España de los sesenta es un perfecto coche clásico popular, además su sencillez y la relativa facilidad con la que aún hoy se consiguen piezas permiten un mantenimiento económico al igual que el del 600 o incluso más, pues en el 850 se corrigieron muchos de los defectos del 600 aparte de contar con más espacio y más potencia que hacen más cómodo cualquier desplazamiento por lo que, desde el Club 600 de Lugo, queremos animar a cualquier aficionado a que salve a los 850 del triste final del desguace o del vil Plan Renove quien ha separado de entre nosotros a tantas y tan buenas máquinas.
Se hicieron diversas variantes a partir del 850 berlina de dos puertas, pero por su singular importancia, podrás verlas a continuación con mayor profundidad.
< Seat 1500 · Seat 850 4p >